Destino
>> 4 de octubre de 2010
Matamos lo que amamos. Lo demás
no ha estado vivo nunca.
Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere
un olvido, una ausencia, a veces menos.
Matamos lo que amamos. ¡Que cese ya esta asfixia
de respirar con un pulmón ajeno!
El aire no es bastante
para los dos. Y no basta la tierra
para los cuerpos juntos y la ración de la esperanza es poca
y el dolor no se puede compartir.
El hombre es animal de soledades,
ciervo con una flecha en el ijar
que huye y se desangra.
Ah, pero el odio, su fijeza insomne
de pupilas de vidrio; su actitud
que es a la vez reposo y amenaza.
4 comentarios:
No puedo creer una poesía de Rosario Castellanos, me encanta.
Desamor
Me vio como se mira al través de un cristal
o del aire
o de nada.
Y entonces supe: yo no estaba allí
ni en ninguna otra parte
ni había estado nunca ni estaría.
Y fui como el que muere en la epidemia,
sin identificar, y es arrojado
a la fosa común.
Saludos
Euge: Oh dios
Oh dioses todos
Qué lindo eso que mandó y qué triste la puta madre!
Ahora busco más de Rosario y posteo.
Besos.
Hermoso poema... muy bien escogido, como todo lo del blog.
Gracias por compartirlo.
Vian: Gracias y bienvenido!
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