Si tú me olvidas
>> 28 de mayo de 2012
Quiero que sepas una cosa.
Tú sabes cómo es esto:
si miro la luna de cristal,
la rama roja del lento otoño en mi ventana,
si te toco junto al fuego la implacable ceniza o el arrugado cuerpo de la leña.
Todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran de pequeños barcos que navegan hacia las islas tuyas que me aguardan.
Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme dejaré de quererte poco a poco.
Si de pronto me olvidas no me busques que ya te habré olvidado.
Si consideras largo y loco el viento de banderas que pasa por mi vida y te decides a dejarme a la orilla del corazón en que tengo raíces,
piensa que en ese día,
a esa hora levantaré los brazos y saldrán mis raíces a buscar otras tierras.
Pero si cada día cada hora sientes que a mí estás destinada con dulzura implacable.
Si cada día sube una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mío, ay mía,
en ti todo ese fuego se repite,
en mi nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos sin salir de los míos.