James Towle
>> 22 de junio de 2009
La cama está vacía
la forma de tu cuerpo
en ella
quedó grabada con un punzón
caliente en mi cabeza
cada vez que me meto.
Pero,
materialmente hablando
no queda
nada de vos.
Así,
pasarme las horas
tratando de recordar
cómo sabía tu piel
qué olor tenías
cuán suaves eran tus manos
cuando me tocabas.
-La razón, ¿quién la posee?
vieja mala, no me permite
pensar. –
La mente nunca ha sido una aliada.
Solo a través de nuestro tacto
la razón se sindica a los sentidos.
Así,
olvido por qué es
de algún modo siniestro
una suerte que esta cama hoy
esté tan solo llena de mí.
…
Amarte así, amarte
¿haberte esperado
toda una vida?
¿seremos los últimos?
destructores de máquinas
amamos como si fuéramos a quedarnos
toda la vida en Liverpool fabril
cuna de paño irlandés.
¿y si fuéramos los últimos?
amarte así
haberte amado
tanto
Hace siglos que juego este juego:
los cuentos no se cuentan rectos
la honestidad propia no existe
nadie puede dar cuenta de si
todo es pura inquietud y desazón.
Conozco los mecanismos
de memoria con los cuales
quienes aun se aman
escapan al dolor indecible
del fracaso
y de la pérdida.
¿Por qué demorarse ahora en esta historia?
Impelida recodar
el amor es puro intento
propulsión sin resultado.
Testimonios que quedaron:
actas de juicios, informes de autoridad,
sesiones de terapia futuras
dedicadas en exclusividad, poemas y fotos,
algunas canciones.
¿Existe un espacio de audición
cuando el lenguaje es
ecolalia, balbuceo, clausura?
Petitio Principi:
fracaso luego soy
anónimo, frágil, débil
casi absurdo.
Me opongo
a los símbolos de una economía política
triunfante.
El amor sigue siendo una maquinaria imposible
de adquirir y administrar por mis comunidades
me encuentro en una etapa artesanal de la conciencia
amatoria, de nuestra ética.
De todos modos,
Violencia, nuestro pacto ya no se quebrantará.
Atacar la casa del patrón
sabotear sus resortes
siguen siendo mis tácticas.
…
La nuca quebrada a la fuerza
cayó por el pozo de la horca vociferando
un viejo himno libertario
silencio
las cuerdas se anudaron en cerrazón
de horca, juego infantil hoy
en horas libres.
En fin,
nada que se acerque a la verdad.
Ned Ludd nunca existió:
solo un nombre pergeñado para despistar
una trampa casa bobos.
Entonces ¿cómo podré encontrarte?
Ludismo, romper la maquina
de lo que nos interpela
ideológicamente,
nuevo crimen legislado
por el deber ser del amor.
Me abrazo al cuello de caballo
de lo que está por devenir
construiré eslabón de un engranaje
que se fragua a fuego lento,
sobre mi regazo reposa
un amante, o un gato mortal.
La paradoja:
fundición alejada de la carretera
de la humanidad, ama y propietaria, que
marcha hacia el progreso
Ninguna sublevación espontánea
ninguna ficción del espíritu
salvaje emerge del vacío.
Por generaciones se transmite
una herencia de maltrato,
saberes resistentes macerados
para escapar a la lógica maniquea
de las culpas, las reacciones estímulo-respuesta,
el gran dirigente de las facturas a pagar.
Si el juego no es nuevo
habrá otros jugadores
otros últimos destructores de máquinas
tal vez nosotros mismos
seamos otros y volveremos
a jugar.
El Principito
>> 10 de junio de 2009
- Buenos días - dijo el zorro.
- Buenos días - respondió cortésmente el principito, que se dio la vuelta, pero no vio nada.
- Estoy aquí - dijo la voz -, bajo el manzano...
- ¿Quién eres? - dijo el principito -. Eres muy bello...
- Soy un zorro - dijo el zorro.
- Ven a jugar conmigo - le propuso el principito -. Estoy tan triste...
- Yo no puedo jugar contigo - dijo el zorro -. No estoy domesticado.
- ¡Ah! Perdón - dijo el principito.
Pero tras reflexionar un poco, añadió:
- ¿Qué significa "domesticar"?
- Tú no eres de aquí - dijo el zorro -. ¿Qué buscas?
- Busco a los hombres - dijo el principito -. ¿Qué significa "domesticar"?
- Los hombres - dijo el zorro - tienen escopetas y cazan. También crían gallinas. Es lo único que me interesa. ¿Buscas gallinas?
- No - dijo el principito -. Yo busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"?
- Es algo que se ha olvidado demasiado - dijo el zorro -. Significa "crear lazos..."
- ¿Crear lazos?
- Claro que sí - dijo el zorro -. Tú no eres para mí más que un niño muy parecido a cien mil niños. Y no tengo necesidad de ti. Y tú tampoco tienes necesidad de mí. Sólo soy para ti un zorro parecido a cien mil zorros. Pero si tú me domesticas, seremos necesarios el uno para el otro. Tú serás para mí el único en el mundo. Yo seré para ti el único en el mundo...
- Empiezo a entender - dijo el principito -. Hay una flor... Creo que me ha domesticado...
- Es posible - dijo el zorro -. En la tierra se ven tantas cosas...
- ¡Oh! No es en la tierra - dijo el principito.
El zorro pareció muy intrigado.
- ¿En otro planeta?
- Sí.
- ¿Hay cazadores en ese planeta?
- No.
- ¡Qué interesante! ¿Y gallinas?
- No.
- Nada es perfecto - suspiró el zorro.
Pero el zorro retomó a su idea.
- Mi vida es monótona. Cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Pero si tú me domesticas, mi vida será como un día de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente del de todos los demás. Los otros pasos hacen que me esconda bajo tierra. El tuyo me hará salir de la madriguera como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan. El trigo para mí es algo inútil. Los campos de trigo no me dicen nada. ¡Y eso es triste! Pero tú tienes los cabellos de color oro ¡Será maravilloso cuando me hayas domesticado! El trigo, que es dorado, hará que me acuerde de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo.
El zorro se calló y miró un rato al principito.
- Por favor... ¡Domestícame! - dijo.
- De acuerdo - respondió el principito -, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que hacer amigos y conocer muchas cosas.
- Sólo se conoce lo que se domestica - dijo el zorro -. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer. Compran las cosas ya hechas a los comerciantes. Pero, como no existen comerciantes de amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si tú quieres un amigo, ¡domestícame!
- ¿Qué hay que hacer? - dijo el principito.
- Hay que tener mucha paciencia - respondió el zorro -. Primero te sentarás un poco alejado de mi, así, en la hierba. Yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no dirás nada. El lenguaje es una fuente de malentendidos. Pero, día a día, podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente el principito volvió.
- Hubiera sido mucho mejor venir a la misma hora - dijo el zorro -. Por ejemplo, si vienes a las cuatro de la tarde, desde las tres empezaré a ser feliz. Según vaya acercándose la hora, yo me sentiré cada vez más feliz. Y ya a las cuatro en punto me sentiré nervioso e intranquilo, ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si tú vienes a cualquier hora, jamás sabré cuándo deberé vestirme el corazón... Los ritos son necesarios.
- ¿Qué es un rito? - dijo el principito.
- También es algo que se ha olvidado mucho - dijo el zorro -. Es lo que hace que un día sea diferente a los otros días. Por ejemplo, entre los cazadores hay un rito. Los jueves bailan con las mozas del pueblo. ¡Entonces el jueves es un día maravilloso! Yo puedo pasearme hasta la viña. Si los cazadores bailaran un día cualquiera, los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
Por lo tanto, el principito domesticó al zorro. Y cuando se acercaba el momento de partir:
- ¡Ah! - dijo el zorro -. Lloraré...
- Es culpa tuya - dijo el principito -, yo no te deseaba ningún mal, pero tú quisiste que te domesticara...
- Claro que sí - dijo el zorro.
- ¡Pero vas a llorar! - dijo el principito.
- Claro que sí - dijo el zorro.
- ¡Entonces no ganas nada con ello!
- Claro que sí - dijo el zorro -, por lo del color del trigo.
Luego añadió:
- Ve a contemplar las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme adiós y te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver las rosas.
- Vosotras no os parecéis en nada a mi rosa, aún no sois nada - les dijo -. Nadie os ha domesticado y vosotras no habéis domesticado a nadie. Sois como era mi zorro. Era un zorro igual a cien mil otros. Pero yo lo he hecho amigo mío y ahora es único en el mundo.
Las rosas se molestaron.
- Sois bellas, pero vacías - les siguió diciendo -. No existe nadie que muera por vosotras. Naturalmente un paseante cualquiera creería que mi rosa es igual que vosotras. Pero únicamente ella se siente más importante que todas vosotras, porque yo la he regado, porque la he cobijado bajo la campana, porque la he resguardado con el biombo, porque le he matado las orugas (salvo dos o tres para las mariposas), porque la he escuchado quejarse o presumir o incluso algunas veces callarse. Porque es mi rosa.
Y regresó donde estaba el zorro.
- Adiós - dijo.
- Adiós - dijo el zorro -. Este es mi secreto. Es muy sencillo: Sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
- Lo esencial es invisible a los ojos - repitió el principito para memorizarlo.
- El tiempo que has perdido con tu rosa hace que ella sea tan importante.
- El tiempo que he perdido con mi rosa... - dijo el principito para memorizarlo.
- Los hombres han olvidado esta verdad - dijo el zorro -. Pero tú no tienes que olvidarla. Siempre serás responsable de lo que has domesticado. Tú eres responsable de tu rosa...
- Yo soy responsable de mi rosa... - repitió el principito para memorizarlo.
(Cap.XXI)
...Soy responsable de lo que he domesticado... (repito para memorizarlo)Read more...